Delfines robot, ¿el futuro de los zoológicos?

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Anabel Cuevas y Laura Santiago

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La creciente preocupación por la salud de los animales en cautividad ha provocado una disminución en los ingresos de los acuarios y zoológicos, mientras que la curiosidad por el tipo de entretenimiento y educación que ofrecen se mantiene. Esto ha impulsado a Edge Innovation a la creación de un robot delfín que es capaz de nadar de manera realista e interactuar con bañistas. Esta compañía con sede en Nueva Zelanda se ha encargado de los efectos especiales de películas como Liberad a Willy, Flipper o Anaconda. A pesar de haber creado criaturas de aspecto muy realista para estas películas, el reto ha sido crear un robot duradero que fuera lo más parecido a un delfín real. 

A pesar de ser una alternativa innovadora y respetuosa con los animales, el mayor inconveniente podría ser el coste de estos robots. El precio de uno es de más de 22 millones de euros (20.8 millones de libras esterlinas). Los creadores están tratando de convencer a diferentes acuarios de que a pesar de que su coste es aproximadamente cuatro veces el de un espécimen real, a largo plazo es más rentable; por ejemplo, los robots no requieren el trato del agua o la temperatura que requieren los delfines vivos. 

El delfín robot pesa 270 kilogramos y debe ser manejado por un control remoto. De esta manera es capaz de interactuar con los bañistas sin necesidad de sensores o cámaras, que le restarían naturalismo al delfín. Edge Innovations ha grabado un vídeo de promoción en el que se puede ver el realismo del robot: 

Este tipo de iniciativas se ven reforzadas por el creciente interés de la población en el bienestar de los animales. En los últimos años, diferentes estudios llevados a cabo principalmente por asociaciones en defensa del bienestar animal han manifestado las diferentes consecuencias de tener animales marinos en cautividad. FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) detalla los principales problemas que sufren los delfines en cautividad. La falta de espacio en los acuarios es uno de ellos, ya que en los tanques en los que viven no pueden recorrer la distancia que nadan los delfines en libertad diariamente. El estrés al que se ven sometidos los animales por estar en un entorno extraño y ser obligados a “entrenar” para dar espectáculos también es un problema recurrente, así como la concentración de delfines de diferentes familias en espacios reducidos, ya que en numerosas ocasiones se han producido confrontaciones entre los propios animales. 

La tecnología avanza a pasos agigantados en nuestro tiempo, al igual que la conciencia social por el medio ambiente y el bienestar animal. La industria alimenticia ya ha desarrollado numerosos sustitutivos de la carne, para evitar así el sufrimiento de los animales, pero ¿será capaz la industria del entretenimiento de apostar por los robots y no capturar más animales para sus acuarios y zoológicos?