Recordando la historia: La Revolución Rusa de 1917 vista por la prensa española

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La Revolución Rusa duró desde marzo hasta noviembre del año 1917 y cambió por completo
la línea de gobierno del país.
El cambio fue de una monarquía constitucional liderada por el
zar Nicolás II a un estado socialista gobernado por Lenin. Así, se trató de un conjunto de
revoluciones populares que, influenciados por los movimientos obreros tales como el
socialismo y el comunismo, decidieron ser partícipes e impulsoras de un cambio de rumbo
absoluto de la política de su país
.


La situación tras los primeros meses dejó al gobierno de Nicolás II sin movimientos, y éste
pronto decidió abdicar,
dejando atrás los siglos de gobierno de los zares, herederos de los
romanos, y empezando una nueva etapa. En esta, se estableció un gobierno provisional que
en un inicio tuvo unas semanas de grandes avances libertarios (libertad real de expresión y
prensa, vuelta de los exiliados…). Pero paulatinamente fue perdiendo popularidad al no
poderse centrar en la situación interna para poderse consolidar, pues continuó con batallas en la Primera Guerra Mundial
. De este modo, Lenin empezó a ser un reconocido orador, creador del partido bolchevique. En la segunda parte de la revolución, tras perder unas elecciones, Lenin dio un golpe de estado en septiembre que obligó a finalizar la Revolución y sacó a Rusia de la Primera Guerra Mundial, de modo que pudo centrar sus esfuerzos en consolidar su posición de poder y a los bolcheviques.

Pero si centramos el foco en la situación española, es muy interesante cómo actuó la prensa frente a estos cambios. Lo que encontramos de esta Revolución en la prensa española (en concreto en La Vanguardia) es, sobre todo, la motivación del pueblo ruso ante salir de la Gran Guerra, pues muchas veces se hace mención a la hambruna y a la pésima situación del país. Se encuentra en un momento de crisis que recuerda quizá a la situación que vive España en esos tiempos.

De hecho, en la Vanguardia, se encuentran críticas (no evidentes) de la poca información que hay al respecto y, sin embargo, de la importancia que tiene la Revolución. Además, en
algunas ocasiones, parece que la prensa intente hacer ver a los y las lectoras las similitudes
entre ambos países,
sobre todo en lo referente a la necesidad de un gobierno provisional para
salir de un régimen antiguo, que, en España, era la Restauración. Además, impregnó de algún
modo la necesidad de un Cirujano de Hierro.


De todos modos, la situación de neutralidad de España ante la Gran Guerra era positiva para el país, pues la guerra llevó a una crisis de abastecimiento muy importante que hizo que, al ser un país neutral, se recurriera a España. Este incremento pudo verse en la industria en Barcelona sobre todo en lo referente a las armas y su venta a Francia e Inglaterra en especial. Esto, que en principio parece muy positivo, llevó a problemas en la propia España ya que, como era mucho más rentable venderlos a los países beligerantes, el país acababa sumido también en una pobreza y hambruna, pues no se vendía tanto al nacional.


Ante esta crisis, La Guardia Real temió que dar demasiadas noticias de la Revolución Rusa (que en un principio apoyaban) fuese a conducir al proletariado español a lo mismo. De este modo, como el apoyo del cuerpo militar era imprescindible para el mandato del monarca Alfonso XII, pasó a tener una posición contraria a esa Revolución. Por tanto, es interesante ver cómo, en menos de un año la prensa cambia de rumbo en su posición en un tema que, en un principio, parecía alejado de España. De este modo, se refleja cómo se influencia un país a otro, y la importancia de la prensa en el siglo XX, que se empezó a ver (cómo lo hacía desde el siglo XIX) como un contrapeso al poder con fuerte influencia sobre la sociedad.