Los vendedores ambulantes de Castilla-La Mancha, uno de los sectores más afectados por la crisis de la COVID-19

Vendedores ambulantes Castilla La Mancha_EnElVértice Vendedores ambulantes en la manifestación del 27 de noviembre en Ciudad Real. Fuente: Asociación de Vendedores Ambulantes en Ciudad Real (AVAMER)

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Los expertos dicen que el coronavirus se contagia mucho menos al aire libre, por tanto, se recomienda a la población reunirse en sitios abiertos para evitar contagios. Los contagios suben en casi todas las zonas de España, han llegado la segunda y la tercera ola, y, con ello, restricciones de todo tipo. Las tiendas físicas se ven afectadas, pero solo por una reducción de aforo. Sin embargo, no se abren los mercadillos al aire libre. Los vendedores ambulantes se encuentran en una situación crítica. Durante el confinamiento, no pudieron realizar su trabajo, como muchos otros. Pero ahora, tampoco.

El 14 de marzo se paralizó la vida de toda España y en especial para la economía. Muchos comercios, desde ese día, tuvieron que verse abocados a echar el cierre, tanto el gran comercio, como el pequeño comercio, Todo ello sin saber la fecha exacta de cuándo se iba a retomar la actividad económica. El 4 de mayo empezamos a ver la luz. España empieza la fase de desescalada. Veíamos bares, restaurantes y  centros comerciales que abrían . ¿Y los mercadillos? ¿Por qué no estaban presentes?  “Todo el mundo iba funcionando y nosotros nos quedábamos atrás”, así declaraba Verónica, presidenta de la Asociación Vendedores Ambulantes de la provincia de Ciudad Real (AVAMER)

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), a fecha de 2020, son 2.021 empresas las que se dedican al comercio al por menor en puestos de venta y mercadillos. En la localidad de Alcázar de San Juan, provincia de Ciudad Real, el mercadillo está compuesto por 225 puestos fijos. Actualmente, debido a las restricciones, sólo pueden instalarse 73 puestos

Por ello, debido a las “injusticias” que está viviendo este sector, nacieron estas dos asociaciones: Asociación de Vendedores Ambulantes de Castilla-La Mancha y AVAMER Ciudad Real. Las dos están dando voz al sector y reivindican su derecho a trabajar. Los vendedores ambulantes afirman que todas las actividades al aire libre se permiten, que se puede llevar a cabo una compra segura y que el mercadillo no es un lugar de contagio. 

Para ello, hay que atender a la normativa general que desde Castilla-La Mancha se está llevando a cabo. Las medidas sanitarias que ha tomado la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha en cuanto a los Mercadillos vienen marcadas por la normativa aplicable en vigor, el artículo 17 del Decreto 49/2020, de 21 de agosto. En él se concretan las medidas de prevención necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19. Los mercados que desarrollan su actividad en la vía pública al aire libre, conocidos como mercadillos, no podrán superar el 50% de los puestos habituales. Estos puestos tienen que mantener una distancia mínima de tres metros. 

Queda en manos de los ayuntamientos el poder de habilitar nuevos días para el mercadillo, a modo de compensación por esta limitación. Además, podrán aumentar la superficie del mercadillo. Desde la Delegación de Sanidad se recuerda a los ayuntamientos que podrán priorizar a aquellos comerciantes de productos de primera necesidad (alimentación, droguería,..). 

La Consejería de Sanidad para la contención frente a la COVID-19 ha establecido tres niveles, siendo el nivel 1 el menos restrictivo y el nivel 3 el más restrictivo. Antes de esta modificación del Decreto anteriormente citado, en el nivel 3 los mercadillos no tenían permitida su apertura, mientras que los centros comerciales y tiendas tenían limitado el aforo a la mitad. El colectivo de vendedores ambulantes ha sentido abandono institucional, y, además, se encontraba los mercadillos de cada localidad desiertos.  

Para ello, empezaron a movilizarse en toda la comarca de Castilla-La Mancha: el 1 de octubre llenaron las calles de Toledo desde el Parque la Vega hasta el Palacio de Fuensalida, donde se encuentra la sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades. El 5 de octubre protestaron frente a las puertas del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan. 

El 20 de noviembre se aprobó en las Cortes de Castilla-La Mancha la Proposición No de Ley (PNL), con el fin de que todos los partidos políticos votaran a favor de que, si la situación epidemiológica no es de extremo impacto, no se opte por el cierre de los mercadillos. Además, se recordó a los ayuntamientos que pueden aumentar la superficie destinada. 

El Gobierno de Castilla-La Mancha reconoce en dicho escrito que son unas instalaciones básicas de abastecimientos al ciudadano, en un espacio que conlleva menor riesgo de contagio de la COVID- 19 al estar situadas al aire libre. 

A pesar de que esto es un punto favorable para el gremio, ellos certifican que “no lo están llevando a cabo”. Por esta razón, el 27 de noviembre se manifestaron en Ciudad Real bajo el lema “Mercadillos abiertos ya” y pidiendo a las autoridades sanitarias abrir al 100%. 

Además, el colectivo se ha reunido con todas las fuerzas políticas y con todos los políticos regionales para plantearles la siguiente pregunta: “¿por qué a nosotros se nos restringe?” Fue en una de esas reuniones con el Delegado de Gobierno de Albacete, la Delegada de Sanidad en Albacete y el Delegado de Economía, Empresas y Empleo donde se clarificó  que, a nivel de normativa, los ayuntamientos no hacían caso al Decreto 49/2020 del 21 de Agosto. En él, se explica que tiene rango superior normativo el decreto a la resolución de Sanidad, en la que los ayuntamientos tienen potestad absoluta en ampliar el número de puestos con distancia entre ellos. 

“Lo que ha ocurrido es que los ayuntamientos acusaban a las Delegaciones de Sanidad de que no podían ampliar los espacios y las autoridades sanitarias han enviado a todos los ayuntamientos escritos y documentación diciendo que el decreto está por encima del reglamento de Sanidad, por tanto los ayuntamientos puede poner el 100% de los puestos.”, así declaraba Diego V. Jareño, presidente de la Asociación de Vendedores ambulantes. 

A partir del 14 de diciembre se empezaron a abrir muchos mercadillos de la provincia de Ciudad Real al 100%, como fue el caso de Alcázar de San Juan.

Desde el 13 de enero se decretaron medidas de nivel 3 reforzadas para la provincia de Ciudad Real. Los Ayuntamientos de la comarca están bajo las directrices marcadas con la resolución 18/01/21 de la Consejería de Sanidad, medidas que afectan, de nuevo, al sector, al limitar los puestos del mercadillo a un tercio del total. Por otro lado, los únicos vendedores que pueden acudir son vendedores de la localidad, con el fin de respetar el cierre perimetral de los municipios y puestos esenciales de alimentación. 

Estas medidas siguen afectando al sector. Verónica, ya no podrá ir a Alcázar a trabajar el próximo lunes porque vende menaje de hogar, al igual le pasa en las poblaciones de Villarrubia de los Ojos y Valdepeñas, que no ha abierto en meses. 

¿Qué suponen estas restricciones para los vendedores ambulantes?

Si el mercadillo abre al 50%, una semana asisten los pares y a la siguiente semana lo hacen los impares. Por tanto, trabajan cada dos semanas en una misma localidad. Si solo permiten el 33% de los puestos, podrían ir solo cada tres semanas, y solo los que vendan productos de primera necesidad y sean de la misma localidad. Esto se traduce para ellos en solo trabajar un día a la semana o incluso dos

Medidas sanitarias en los mercadillos

Desde los Ayuntamientos se les exige a los comerciantes ir provistos de mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico, además de tener papeleras en cada puesto. Los usuarios deberán acceder al recinto con mascarilla y limpiarse las manos con el gel desinfectante ofrecido por los vendedores. También está prohibido tocar el género en el caso de la alimentación. En textil y en calzado, será el comerciante el que se encargue de desinfectar la prenda una vez haya sido probada por el cliente. Los montones de ropa y de calzado, al igual que las prendas de segunda mano, están prohibidas. Además, se garantizará en todo momento una distancia de seguridad entre vendedor y comprador de al menos 2 metros y, si hay dos vendedores en un mismo puesto, deberán guardar la distancia mínima de dos metros. Entre puesto y puesto debe haber una distancia de 4 metros

Bárbara Sánchez Mateos, concejala de Comercio del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, asegura que todos los lunes, día que se celebra el mercadillo en la localidad,  hay control policial. No solo por la pandemia, sino de manera regular, hay agentes velando por la seguridad. Además corrobora que, para evitar aglomeraciones, el mercadillo tiene dos pasillos grandes de 6 metros para que la gente pueda acceder. Estas medidas las confirman  los propios vendedores, pues se cumplen en cada puesto, y se verifica que es  una compra segura al aire libre.  

La venta ambulante, una historia de familias

Cerca de 300 familias en Ciudad Real y casi 2.000 en toda la Comunidad de Castilla-La Mancha se dedican a la venta ambulante. Detrás del puesto, detrás de esa persona que nos atiende cuando compramos en el mercadillo, se esconden historias personales. 

Diego V. Jareño viene de una familia de vendedores ambulantes,  él pertenece a la cuarta generación. Su bisabuela ya vendía; al igual que su abuelo, su padre y sus tíos venden. A los 16 años decidió no seguir estudiando para dedicarse a la venta ambulante. 

Verónica no proviene de familia ambulante,  pero se casó con un vendedor ambulante que se ha dedicado toda la vida a ello. Lleva 25 años vendiendo en los mercadillos.

Ambos han mostrado su miedo a perder el trabajo y todo el esfuerzo que han puesto en su negocio. Además, quieren ganar visibilidad, porque la suya es una actividad económica muy importante, ya no solo para ellos, sino  también para la localidad. Y, sobre todo, se promueve una compra segura al producirse al aire libre.