José Carlos Andrés: «Quiero transmitir algo normal como es una familia compuesta por dos hombres y un niño, pero todavía hay personas que les cuesta entender eso»

Fuente propia

Aceptar lo diverso como norma no parece encontrar una gran aceptación en la sociedad. A día de hoy, la diversidad afectivo-sexual todavía encuentra dificultades para su total inclusión. Tanto es así, que es difícil encontrar libros que muestren un discurso alejado del modelo heteronormativo. En la literatura infantil LGTBIQ+ es decir, en la literatura infantil que muestra personajes lésbicos, gays, bisexuales, transgénero, transexuales, travesti, intersexual y queer, los lectores tienen la posibilidad de sentirse identificados con los personajes que aparecen en las historias.

José Carlos Andrés

El equipo de En El Vértice ha tenido la oportunidad de hablar con José Carlos Andrés, un escritor, narrador, actor, director teatral y payaso. Comenzó su andadura en el mundo infantil estudiando magisterio por vocación. Actualmente, tiene publicadas varias obras de literatura infantil entre las que se encuentra Mi papá es un payaso. Mi papá es un payaso cuenta el día a día en una familia homoparental formada por dos hombres. 

Antes de comenzar la entrevista, agradecer a José Carlos la conversación que ha mantenido con nosotras.

P: ¿Por qué decidió escribir literatura infantil?

R: Escribo desde que era pequeñajo. Siempre iba los sábados o los domingos al cine. Lo primero que comencé a escribir fue una revista de crítica literaria en la que yo era el escritor, el editor y el único lector, porque por supuesto, no se la dejaba leer a nadie. Mis padres, aunque tenemos una economía muy justita, nunca me decían que no a un libro. Tenía la suerte de que semanalmente me compraban un libro o un tebeo. El tema de los tebeos a mi padre no le gustaba mucho porque decía que eso era leer monigotes. Y el tema del cine, tuve la suerte de vivir en un barrio en el que había tres cines de barrio y cuando llegaba a casa cogía mi libreta y escribía la crítica de la película que más me había impactado. Cuando ingresé como actor en la productora teatral, con el tiempo escribí mi primera obra de teatro y luego, me dedicaba a escribir obras de teatro dedicadas a público infantil y familiar. Siempre he pensado que tanto un libro infantil y juvenil como una obra de teatro dedicada a un público familiar, no puede aburrir a los adultos. Dos de mis álbumes ilustrados publicados El pirata pata de pata y los Miedos del capitán Cacurcias, primero fueron partes de una obra de teatro que luego las adapté para álbum ilustrado. Es tan bonito escribir literatura infantil y juvenil que quien no lo haya probado, se está perdiendo mucho. 

P: ¿Cuál es su labor literaria?

R: Mi labor literaria actualmente es la de escritor, pero también la de narrador de mis propios cuentos. Tengo la suerte de tener esa profesión tan bonita que es la de poder convertir las palabras en imágenes tanto escritas como narradas, y aprovechó esa faceta cuando voy a presentar un libro, convirtiéndolo en un pequeño espectáculo. Con lo cual no solo la escribo, sino que también voy a bibliotecas, centros culturales, teatros, salas polivalentes, colegios, y ahí puedo narrar mis cuentos de una manera por lo general, muy teatralizada. Por que al final, la cabra tira al monte, vengo del teatro y hay ciertos cuentos que me encanta que los chicos y chicas salgan al escenario a que narren o cuenten conmigo el libro, protagonizando ellos a los actores principales. Pero sobre todo, mi labor ahora es escribir, intentar transmitir ilusión, felicidad y amor por los cuentos y la lectura. 

P: ¿Cuál fue su fuente de inspiración a la hora de escribir Mi papá es un payaso?

R: Para mí Mi papá es un payaso es un libro muy especial. Es mi primer álbum ilustrado, a día de hoy llevo ya unos cuantos álbumes publicados, pero para mi fue el primero y con un tema que además me tocaba muy de cerca, el tema del payaso. Y además, hablar de algo tan normal como que dos papás tienen un niño. La historia comienza con la palabra “Payaso” como insulto, algo que siempre me ha parecido tan absurdo, es como si utilizaran como insulto: “Periodista que eres un periodista”, “fontanero que eres un fontanero”. A día de hoy, todavía se puede encontrar en prensa muchísimas veces la palabra “payaso” hacía alguna persona o una profesión. Desde luego que esos periodistas se lo deberían de hacer mirar. Y luego un tema tan normal, como dos hombres, dos padres que tienen un hijo, porque sobre todo lo más importante es que son felices, y no hay otra historia. Un papá que se llama Papá Payaso y otro papá que es médico, tienen las dos profesiones más maravillosas del mundo y los tres son felices. ¿Es que hay algo más bonito que hablar de una familia feliz? Hay muchas familias que por desgracia, no son felices, y de eso sí que nos deberíamos de escandalizar.

Hay muchas familias que por desgracia, no son felices, y de eso sí que nos deberíamos de escandalizar.

P: ¿Qué mensaje quiere transmitir con este libro?

R: Tenemos un lenguaje tan rico, tan bonito, tan sonoro, con tantísimos sinónimos, que me encantaría que la gente utilizase bien el lenguaje, porque esto de insultar utilizando una profesión… Los mejores payasos son los que más edad tienen, porque llevan más de 20 años ensayando el mismo número. Eso poca gente lo sabe. Que utilicen el insulto de «payaso» me parece aburrido, denigrante, falto de imaginación. Y luego lo otro que más me apetecía tratar en este libro es que, lo más bonito que hay es una familia en la que hay amor, comprensión, diversión, en la que todo el mundo se lleva bien, se quieren, se ríen de emoción, ríen con las payasadas de Papá payaso. Quiero transmitir algo normal como es una familia compuesta por dos hombre y un niño, pero todavía hay muchas personas que les cuesta entender eso. Los niños por ejemplo no se asustan ni les parece raro que una familia esté compuesta por dos papás o dos mamás. Es una cosa que ellos desnaturalizan. 

P: ¿Qué papel cumplen las ilustraciones en la literatura infantil?

R: Esta es una gran pregunta de debate entre las/los ilustradores y escritores/as. Cada uno muchas veces tiramos para nuestro trabajo, pero mi opinión es que un álbum ilustrado está compuesto al 50% entre el texto y la ilustración. Puede ser que la ilustración representa lo que diga el texto, o que lo contradiga, que también genera mucho debate en la familia con los pre lectores y los lectores. Yo creo que lo más importante de un texto y una ilustración en álbum ilustrado es que vayan de la mano, que se complementen, que la ilustración mejore el texto. También hay mucha labor de los editores porque mejoran siempre el texto, la ilustración y lo que es más importante, el producto final, que es el libro. El libro es lo que va a llegar a las manos de las personas que aun no saben leer, de los primeros lectores y de las familias. Un álbum que tú lo cojas y lo veas y digas: esto es perfecto. No solo es el trabajo de la persona que ha escrito el texto o lo ha ilustrado. Cuando un álbum es perfecto, se nota porque el trabajo no es de dos, sino de tres.

P: Ha escrito otros libros infantiles que no tratan temas LGTBIQ+ ¿existe algún tipo de diferencia entre Mi papá es un payaso y esas obras (en cuanto al número de ventas, objetivo, visibilidad, comercialización…)?

R: Hay álbumes ilustrados que tienen una ilustración maravillosa, el texto también y no me digas por qué, pero no triunfan. Luego hay libros, como por ejemplo Mi papá es un payaso que en dos años se hizo la segunda edición. Es un libro que por las ventas se está convirtiendo como un pequeño clásico. Todos los años hay ventas, no son superventas, pero no hay que olvidar que se ha reeditado este año un libro Oliver Button es una nena que se escribió en 1979 y se ha convertido en un clásico superventas, porque cuando eres de los primeros en tratar un tema, siempre la novedad llama la atención. 

Cuando eres de los primeros en tratar un tema, siempre la novedad llama la atención. 

El tema de visibilidad, puede que para la literatura infantil lgtbiq+ haya sitios en los que les cueste un poco más, pero cuando lo leen, ven de qué trata… cambia. El tema de ventas, visibilidad, comercialización, es tan difícil, que la persona que encuentre la piedra filosofal de “este álbum va a ser el que lo va a petar”, ese editor o editora se va a convertir en el top 10 del mundo editorial, pero de momento no, esa piedra filosofal no la ha encontrado nadie. 

P: Los escritores de literatura infantil os enfrentáis a un doble destinatario, los niños que lo leen y sus padres que censuran o aprueban la obra ¿supone esto una dificultad a la hora de comercializar la obra en el mercado?

R: Los escritores nos enfrentamos a mucho. Primero a la editor o editora, luego a las librerías que lo seleccionan y lo tienen expuesto y finalmente, al público lector. Nuestro público suelen ser primero los adultos que deciden que ese libro les gusta para sus peques. También hay muchos peques que eligen un libro porque se lo leen un poquito y les ha gustado, por las ilustraciones, por el tema que tratan.. 

Un libro como Mi Papá es un payaso yo lo he contado muchas veces y solamente he visto una persona que se sintiera incómoda, y a lo mejor fue mi percepción de que se sentía incómoda. Si un libro es bueno y los especialistas, los editores y la libreras apuestan por él, da igual que el tema sea más «complicado».

P: ¿Qué diferencia hay en escribir para un niño/a o para un adulto?

R: Principalmente, si nos centramos en álbum ilustrado, la extensión del texto. Escribir para nuestros peques es algo más complejo porque tenemos que transmitirles en pocas palabras todo lo que queremos decir. Una novela de 600 páginas, puedes meter un montón de relleno o puedes tener despistes, pero para un álbum ilustrado es imposible que se te escape algo porque si no estás perdido. Si nos referimos a un libro de literatura infantil juvenil de los que pueden tener 80 páginas, es condensar lo mismo que podrías contar en un libro para adultos en esas pocas páginas. Parece un trabajo casi matemático, pero es que tiene parte de ello.

Como escritor tienes que aceptar cambios que te proponga tanto el editor como el ilustrador porque lo importante es el libro. Tenemos que ser muy generosos con el resto del equipo. Y para adultos, tengo bastante escrito, no publicado, pero ahí me puedo permitir muchísimas más licencias. Porque las niñas o los niños son unos críticos terroríficos, te sueltan esa frase que es demoledora: “¡Me aburro, me aburro!”.

P: ¿Considera que el público heterosexual (en este caso los padres de los niños) consume menos este tipo de literatura porque creen que sus hijos quizá no se sienten identificados con el personaje?

R: No creo que las personas que compren libros en los que se tratan temas lgtbiq+ solamente sean personas que pertenecen a este colectivo. Puede que haya personas que tienen rechazo a esto, pero también hay personas que tienen rechazo al fútbol y no tiene nada que ver con su tendencia sexual. Ni que los niños se sientan identificados con el personaje, es más, yo creo que muchos padres y madres lo que intentan es educar en igualdad y que sus pequeños/as se den cuenta de que hay muchas diversidades en este mundo. 

P: ¿Las historias LGTBIQ+ serían lo mismo si no estuvieran protagonizadas por personajes LGTBIQ+?

R: Creo que es muy importante mostrar una realidad que existe y existía, pero no se mostraba como que haya familias formadas por dos papas y dos mamás. Es muy importante los referentes en los que se puedan mirar y decir: esto es lo que pasa en mi familia, este personaje siente lo mismo que yo. Y que puedan mirarse y verse reflejados en un libro, eso es algo que es necesario y mágico. Por desgracia hemos vivido, hasta hace pocos años, un mundo en el que ciertas personas no tenían referentes dentro de la literatura infantil y juvenil, ni adulta, ni en el cine. 

P: ¿Ha cambiado el enfoque de la literatura infantil LGTBIQ+ desde sus comienzos hasta la actualidad? ¿En qué ha cambiado?

R: Ha cambiado y mucho, ahora podemos ser más explícitos, más directos. Podemos mostrar a dos mujeres que se aman, a dos hombres que se aman y antes eso era inconcebible, ninguna editorial lo publicara. Por otro lado, gracias a cierto tipo de editoriales y a un cambio bastante grande en la sociedad, no digo total, podemos hablar de ciertos temas de una manera más directa. Hemos ganado mucho, pero todavía no hemos llegado a normalizar. Un ejemplo es esta entrevista que se está haciendo porque estamos hablando de un tipo de libros dentro de la literatura que son minoritarios, y si es algo minoritario y llama la atención es porque todavía no está normalizado. Pero con gente como tú y como todas las compañeras y compañeros que estamos trabajando en la literatura infantil LGTBIQ+ y juvenil, que nos interesa mostrar una serie de temas, algún día lo conseguiremos y no será noticia. Te lo digo con la boca pequeña. Luchemos todas y todos juntos para que esto sea algo normal y no un tema del que hablar.

P: ¿Cómo ha ayudado el surgimiento de editoriales específicamente dedicadas a obras LGTBIQ+ como NubeOcho, Egales o Dos Bigotes?

R: Para responder a esta pregunta te voy a contar un cuento que me lo ha grabado mi madre cuando era muy pequeñajo. Me cogía una mano y ella mostrando la suya sacaba solamente el dedo meñique y decía: “Este fue a por leña, este la partió, este fue a por huevos y este los frío”. Y luego cogiendo su pulgar decía: “Y este el más gordito se los comió todos fritos”. En la literatura este cuento se puede traspasar perfectamente. Porque si un escritor/a no escribe un texto de temática lgtbiq+, si un editor/a no lo edita, si un ilustrador/a no lo ilustra, si un librero/a no lo expone, al final el pulgar, el más importante, el protagonista del cuento, la lectora o el lector, no le llega. Editoriales como NuebeOcho, Egales o Dos Bigotes son imprescindibles. Si no hay editoriales, no hay libros. Estamos todos unidos en una sola mano. 

Muchas gracias José Carlos por enseñarnos a mirar desde otro punto de vista hacia la literatura infantil LGTBIQ+.

Muchísimas gracias por esta entrevista tan maravillosa, espero que las respuestas hayan estado a la altura. Simplemente desearos una feliz vida, que la literatura os acompañe y sobre todo recordad: un libro no es un mero objeto, puede ser vuestro mejor amigo/a porque nunca os abandonará. Os deseo siempre una sonrisa y os envío un beso en la nariz.