Tras la alfombra roja, llegó la gala. Empezaba la 35 edición de los premios Goya. El escenario era el de un teatro con historia: un bombardeo y un incendio. Ahora, ya renovado, es conocido como Teatro del Soho Caixabank, en Málaga.
Poco después de su inicio se filtró un vergonzoso audio dentro de uno de los vídeos publicados por RTVE en el que se comentaba, humillaba y reía de los outfits de algunas de las asistentes. No contentos con eso, también se oían insultos como “puta, puta, puta” hacia, de nuevo, algunas de las nominadas y artistas invitadas. Tras este deleznable acontecimiento a unos días del ya mítico 8M, empezó la gala de los Premios Goya 2021.
Los Goya empezaron este año como no podría ser de otro modo: lo abrieron hablando de la pandemia producida por la Covid- 19. Además de unos momentos de silencio por las víctimas, hicieron hincapié en la importancia de la cultura. Además, el presentador, Antonio Banderas, dijo: “no hay mayor pesadilla para alguien del cine que las salas vacías”. Debido al momento excepcional que se vive, los nominados recibieron el galardón a través de plataformas digitales. Así, los únicos presentes fueron los presentadores y los que entregaban los premios, así como las artistas invitadas.
Las primeras nominaciones llegaron de inmediato, y la primera galardonada fue un buen augurio para la película Akelarre, que acabó la noche con 5 Goyas: Mejor diseño de vestuario, mejor música original, mejor dirección artística, mejor maquillaje y peluquería y mejores efectos especiales.
Por otra parte, una de las favoritas de la noche era Adú, con trece nominaciones y 4 de ellas ganadas. El primero de Adú es el de sonido, pero no solo eso.. ¡La mejor dirección de producción es para Adú! Minutos después Adam Nourou se convierte en el mejor actor revelación. “¡Es increíble, a los 18 años!” explicó, lleno de emoción.
La situación merecía ser vista: actores, actrices, y demás galardonados recibían el premio desde casa, con sus familias, amigos o compañeros. Por ello, en la mayoría de ocasiones se veía cómo pedían silencio en sus casas, cómo se colaban besos y abrazos en esta gala tan diferente.
El Goya a mejor actriz revelación fue para Jone Laspiur, de Ane. Una actriz novel que, con apenas dos películas realizadas, se convirtió en parte de una de las películas protagonistas de la noche. En su discurso, se palpaba que la emoción cruza las pantallas. Justo después se vivió el momento de una de las categorías más esperadas, Mejor Dirección Novel, que fue para Pilar Palomero por Las niñas.
Tras las emotivas palabras de la directora, llegó la primera actuación de la noche. Nathy Peluso cantó La Violetera acompañada de la maravillosa Orquesta Sinfónica de Málaga, dejando el teatro y las casas absortas en la actuación.
Y la música siguió: la mejor canción original fue para Que no, que no, de Rozalén. Se convirtió en el primero de los premios para La boda de Rosa. “Gracias por dejarme contar esta historia, por dejarme contar la mía propia”, declaró la cantante. El otro galardón para esta película fue el de Mejor actriz de reparto, ganado por Nathalie Poza.
Apareció de nuevo Antonio Banderas con un emotivo discurso acerca del confinamiento y la pandemia. Quiso recordar recuerda a los oficios invisibles del cine: transporte, catering, eléctricos, etc. Y añadió. «Ninguno de estos colectivos caminan por la alfombra roja, pero son una parte importantísima de la historia del cine».
Al finalizar ese momento, llegó el tiempo de los cortometrajes. El galardón al mejor cortometraje de ficción fue para A la cara. El mejor cortometraje documental se lo llevó Biografía de una mujer, y, en el discurso decidió dedicar unos segundos a las verdaderas protagonistas del cortometraje: “Este premio es para dar voz a todas las mujeres y niñas que sufren la trata sexual”, “de lo que están desnudas, es de derechos”. Finalmente, el mejor corto de animación fue para Blue & Malone: casos imposibles.
Mariano Barroso, presidente de la Academia de Cine, pronunció su discurso y no dudó en recordar que “esta no es la gala de los Goya que querríamos celebrar”. Además, dio una buena noticia: “El 41% de los nominados de este año son mujeres”, en pleno 2021.
La gala continuó con sus premiados. La mejor dirección de fotografía fue para Las niñas, así como el mejor guion original. El mejor montaje fue para El año del descubrimiento y en el agradecimiento de Sergio Jiménez se vio su alegría y su efusividad. También para esta película fue el Goya a la Mejor película documental.
La segunda actuación de la noche empezó. La cantante Vanesa Martín interpretó junto con la Orquesta Sinfónica de Málaga Una nube blanca. Toda la actuación fue un in memoriam hacia los participantes en películas fallecidos en este 2020. En este año de pandemia han fallecido 87 personalidades de la cultura española.
El premio al mejor guion adaptado fue para… ¡Ane! La mejor película de animación se la llevó La gallina Turuleca, siendo la única nominada. Justo después se dió el mejor actor de reparto a ¡Alberto San Juan! por Sentimental. De nuevo se tuvo que dirigir a sus acompañantes con gestos de silencio. Además, el actor fue claro al dedicar el primer y único mensaje político al PSOE: «Los derechos humanos no pueden ser a la vez bienes de mercado donde se especule, y la vivienda es un derecho humano básico»
La tercera actuación asomó cabeza: Diana Navarro cantó una personal versión de «Americanos, os recibimos con alegría», que Berlanga creó en Bienvenido Míster Marshall.
Momentos después, el Goya a mejor película iberoamericana fue para El olvido que seremos. Y en el discurso el director Fernando Trueba dijo que era “una película de un libro que me gustaba tanto, que temía que se hiciera una película de él”. El premio a la mejor película europea se lo llevó El padre. Así se dejó paso a la cuarta actuación de la noche, en la que la escuela de danza ESAEM bailó y dio paso al Goya de honor.
Ángela Molina entró entre los y las bailarinas.Tras un homenaje con su trayectoria en un vídeo recopilación, afirmó que “el cine ha marcado el calendario de mi vida. Ha sido horizonte y ha sido camino”. La actuación de Aitana cantando una versión de Happy days are here again fue la última de la noche.
Finalmente, el galardón a mejor actriz protagonista fue para Patricia López Arnaiz por Ane. Y el mejor actor protagonista se lo llevó Mario Casas, siendo su primer Goya. El actor añadió emocionado: “gracias sobre todo al público, porque me lleváis apoyando durante 15 años”. El premio a mejor dirección se lo llevó Salvador Calvo, por Adú y el premio a mejor película fue para Las niñas, otra de las protagonistas de la velada.
La despedida de la gala vino de la mano de Antonio Banderas y de María Casado, a la que apenas se vió a lo largo del resto de la noche. La despedida fue escueta para una gala de lo más extraña. Con las y los nominados en unas pantallas vistas detrás de ellos, como parte del propio atrezzo. Esto, más que alejarnos de ellos y ellas, hizo que se diesen situaciones de lo más extrañas, graciosas y reivindicativas, pues durante un solo segundo se pudo ver la bandera de Palestina en una de las casas conectadas. Con todo esto, los Goya el año que viene se celebrarán en Valencia. Esperemos que de la mano de más dinamismo y mujeres en los espacios en los que aún no están.