¿Qué está pasando en Turquía?: La salida del Convenio de Estambul

Elaboración propia

El pasado mes de marzo Turquía decidió salir del Convenio de Estambul. Dicho convenio pretende prevenir y luchar contra la violencia hacia las mujeres y niñas. Se realizó en el año 2011 en este mismo país y ha sido firmado por 46 países -entre ellos España-. Su nombre oficial es: Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica y lo podéis leer completo en el link anterior. 

Turquía se ha convertido, pues, en el primer país en salir de este convenio, sin embargo, no ha sido el único que ha amenazado con hacerlo. Polonia y Hungría también lo han intentado, pero finalmente han permanecido en él. 

Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, ha tomado la iniciativa de salir del acuerdo durante la madrugada y sin contar con el acuerdo parlamentario. Lo ha hecho a través de la redacción de un nuevo decreto para poder retirarse. El hecho de que se haya realizado de madrugada no es casualidad, ya que el presidente ha amenazado continuamente con la expresión “vendremos un día de madrugada, cuando menos os lo esperéis”, en un contexto totalmente diferente.  

Unos de los motivos que ha dado es que “La Convención de Estambul va en contra de los valores tradicionales de la familia turca y fomenta los LGTBI”, además, aseguran que la población lo ha pedido. La idea que no dejó de repetir Erdoğan es que las mujeres sí tienen que “subir de categoría” pero de la mano de la tradición turca. En cuanto a la supuesta petición popular, queda en entredicho, pues según una encuesta de la empresa Türkiye raporü, solo el 8,8% de los turcos estaba a favor de retirarse del acuerdo, frente a un 39,5% que se pronunció en contra. En referencia al resto de la población, no sabía en qué consistía exactamente. 

La salida de Turquía ha causado un gran enfado por parte de muchos colectivos feministas del país. Aun así, esto no es ninguna sorpresa. El verano del año pasado, Ankara empezó a poner este pacto en la esfera del debate público, anunciando que querían salir de él porque no les hacía falta. Sin embargo, las cifras demuestran que Turquía necesita un pacto en estas cuestiones, pues los feminicidios no cesan. Tras ello, las organizaciones feministas se movilizaron y las calles fueron tomadas por miles de mujeres. 

Feminicidios

Turquía lleva años en el punto de mira en cuanto a violencia machista, y no es para menos. En 2020, casi 400 mujeres fueron asesinadas a manos de hombres —más de una al día—, y en lo que llevamos de 2021, el número de mujeres asesinadas es ya de 78. La media, por lo que apuntan las cifras, seguirá igua

Además, otro de los problemas es que muchos de estos feminicidios se encubren como suicidios. Debido a esto, muchas asociaciones y colectivos feministas, así como abogadas y juezas, incriminan al sistema judicial de Turquía. «En un sistema judicial dominado por hombres, muchos delitos contra mujeres quedan impunes.», comenta Leyla Soydinc, miembra de una asociación de mujeres de Estambul. 

“No sólo es un crimen matar, también es un crimen declarar feminicidios como suicidios» afirma la abogada Gurbet Gözde Engin, de la asociación de mujeres «Rosa». 

Debido a esta situación, la reacción de los grupos feministas fue salir a la calle a manifestarse. En la manifestación de Estambul se reunieron unas 10.000 personas que corearon gritos como “¡Todo asesinato de mujeres es un asesinato político!” y, tras la alocución de varias representantes, trataron de marchar por las calles del distrito de Kadiköy hasta que lo impidió la policía. 

Hubo manifestaciones en una decena de ciudades, entre ellas: Ankara, Esmirna y Bursa. En Ankara, por ejemplo, la policía no dio permiso a un grupo de 50 activistas para manifestarse en una de las plazas más céntricas de la capital y se llevó a varias detenidas por sus gritos en contra del presidente. La policía empleó gas lacrimógeno contra las activistas.

La salida de Turquía de un convenio de estas características es muestra, una vez más, del dominio y superioridad de los hombres que todavía prevalece en las instituciones y en las sociedades actuales. Además, se trata el tema como si fuese una moneda de cambio, como si la propia Turquía fuese la creadora del convenio, y unos años después se retracta y sale de él, como si no tuviese consecuencias. ¿Importa menos ahora la igualdad y la seguridad de las mujeres y niñas?