La libertad de prensa y la libertad de expresión son dos derechos estrechamente relacionados y además, son recogidos por una gran cantidad de constituciones a nivel mundial. Sin embargo, según Reporteros sin Fronteras, más de un tercio de la población del mundo vive en países en los que no hay libertad de prensa. Mayoritariamente, los países que no poseen este tipo de libertad concuerdan con aquellos en los que no hay un sistema democrático pleno, o donde este tiene serias deficiencias.
El concepto de libertad de prensa es extremadamente problemático para estos países, ya que el control estricto del acceso a la información se vuelve crítico para su subsistencia. Debido a esto, la mayoría de los gobiernos no democráticos utilizan organizaciones estatales para promover propaganda crítica y mantener la base de poder político actual y suprimir (a menudo brutalmente) cualquier intento significativo de los medios o de periodistas individuales de desafiar la línea oficial del gobierno. En esos países es común la intimidación de periodistas, desde simples amenazas a sus carreras profesionales a amenazas de muerte, secuestros, tortura y asesinato, tanto propios como de sus familiares.
La libertad de prensa hace referencia a un principio basado en la comunicación y la expresión a través de diversos medios de comunicación, ya sean impresos o electrónicos. Tal libertad implica la ausencia de interferencia del Estado, implicando la prohibición de la censura previa.
En España, la libertad de prensa se recoge en el artículo 20, en el que se defiende:
- a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
- b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
- c) A la libertad de cátedra.
- d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
Siguiendo la última clasificación de Reporteros Sin Fronteras, los países en donde la prensa es más libre son: Finlandia, Países Bajos, Noruega, Dinamarca, Nueva Zelanda y Costa Rica. España, por su parte, queda en el número 29 de esta clasificación. El país donde la libertad de prensa ha sido mayormente afectada y restringida es el país africano Eritrea, seguido de Corea del Norte, Turkmenistán, Cuba, y Venezuela.
Aunque México no es de los últimos países en la clasificación de RSF, sigue siendo, año tras año, uno de los países más peligrosos y mortíferos del mundo para los medios y el personal humano que ellos conllevan. A pesar de que recientemente se han producido algunos avances, el país continúa hundiéndose en la infernal espiral de la impunidad. La colusión de las autoridades y los políticos con el crimen organizado amenaza gravemente la seguridad de los actores de la información y obstaculiza el funcionamiento de la justicia del país a todos los niveles. Cuando los y las periodistas investigan temas molestos para el gobierno o relacionados con el crimen organizado -especialmente a nivel local-, sufren amenazas e intimidaciones, y pueden ser asesinados a sangre fría. Numerosos periodistas han desaparecido en el país; otros se han visto obligados a exiliarse para ponerse a salvo. El presidente López Obrador, en el poder desde diciembre de 2018, aún no ha acometido las reformas necesarias para frenar la espiral de violencia contra la prensa y la impunidad.
Otro de los problemas fundamentales es que los numerosos medios de comunicación comunitarios a menudo carecen de frecuencias de difusión legales y son perseguidos de manera regular. Son muchos y muchas las periodistas -como Lydia Cacho-, que huyen y critican esta situación que vulnera la libertad de expresión y con ello la libertad de prensa, siendo unos derechos fundamentales para la ciudadanía.
Así, de nuevo es necesario destacar la importancia de este derecho, tanto en México como en el resto del mundo, y está en manos de todos y todas el preservarlo. Al final, la libertad de información y prensa hace y consigue que la democracia se abra paso y no se deje en manos de unos pocos la información.