Es difícil trasladar este sentimiento a las palabras y expresar lo que es la vida en la radio cuando lo predominante de ella es la voz. Pero las palabras también hablan, expresan y tienen mucha fuerza. Esto es lo que le da vida a la locución. Y esto mismo fue lo primero que aprendí el primer día que pisé un estudio de radio. 

No es lo mismo hablar que escribir. Y eso es lo que le hace especial a la radio. La voz y la palabra forman un equipo perfecto. Para mí la radio es esa nota de voz larga de 10 minutos de tu amiga, pero las 24 horas del día. La radio es compañía. Para mí la radio es tener la información puntual cuando la manecilla grande del reloj toca las doce. La radio es puntualidad. Esa que a los periodistas nos ata con una cuerda. 

¿Sabías que para tener la información lista a la hora tenemos que correr de rueda de prensa en rueda de prensa, recoger canutazo por aquí, editar audio por allá y por el camino ir redactando la noticia en tu cabeza porque sino la hora del informativo te pisa los pies? ¿O tener el teléfono echando fuego porque tienes que recoger declaraciones? ¿O cuándo estás inmerso en tu rutina periodística con todo planeado y te lo desordena todo una última hora? 

La radio produce vértigo, la rutina es frenética, es una carrera de fondo que a veces crees que no tiene fin. Pero lo tiene: cuando miras el minutero, son las 12:19:58; subes en la mesa de mezclas tu micro, te pones los cascos, compruebas que todo está correcto: el guión, los cortes…

Comienza el directo y es el momento donde da paso al verdadero periodismo: transmitir historias al oyente, hacerlas próximas, mostrarles y demostrarles que esa realidad existe. Porque la radio también es conocer historias, conocer diferentes opiniones y perspectivas del mundo. Aprendes tú, pero también haces que tu público conozca. 

La radio es el medio de comunicación más calculado que conozco, todo está medido por tiempos. No se puede pasar ni un segundo más ni quedarse corto ni por un segundo. Cada corte, cada audio, cada palabra está medida por segundos. Pero también la radio es el altavoz de la información, donde también cabe el análisis, el humor, la reflexión…

La radio es vida.