“Donde hay mujeres, los pueblos no se cierran”: Día Internacional de las Mujeres Rurales 

Fuente: Valencia Fruita

Irene Mira y Rocío Cruz

“Las mujeres en el mundo rural hemos tenido siempre un papel fundamental, hemos sido el pilar de nuestros pueblos”, sentencia Carolina Lloquet, presidenta de FADEMUR Aragón. Sin embargo, si echamos un vistazo a los libros de historia -y más concretamente de prehistoria- podemos ver cómo se relacionan las labores rurales y, en particular la caza, con el hombre. En cambio, si incidimos en las labores del “hogar” y de los cuidados observamos una clara relación con las mujeres: “La mujer todavía tiene un papel más reproductivo o doméstico y los hombres un rol más productor”, afirma Lloquet. La presidenta también señala que “cada vez hay más mujeres que se dedican al sector rural de manera formal, es decir como profesiones, titulares de una explotación o cotitulares”. 

Hoy, 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales cuyo objetivo es reivindicar el papel que han tenido -y tienen- las mujeres en el mundo rural, así como destacar el reconocimiento y el papel decisivo de las mismas en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.  

Según los últimos datos actualizados en 2021, actualmente en España el 48,8% de la población rural son mujeres (de municipios de menos de 5.000 habitantes). Además, estas mujeres rurales corresponden al 12% del total de mujeres del país. Por provincias, Pontevedra es la que mayor porcentaje de mujeres presenta en pequeñas localidades, con un 51%, frente a Burgos, con un 45,3% de mujeres. Gissèle Falcón, directora del proyecto Mujer Agro, asegura que hoy en día la visión de la mujer en la cadena agroalimentaria todavía no es global y sigue siendo disgregada: “creo que tenemos que ver la situación de la mujer en el eslabón de la agricultura, la ganadería o la industria”. 

Imagen: Gissèle Falcón, directora del proyecto Mujer Agro

El Organismo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) menciona que las mujeres rurales representan el 43% de la mano de obra agrícola mundial. Debido a este alto porcentaje, la ONU asegura que estas mujeres «juegan un papel crucial» en la agricultura y la seguridad alimentaria y nutricional. 

Fuente: gráfico obtenido de http://www.epdata.es con los datos ofrecidos del INE

Sin embargo, en este gráfico con datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) -que muestra la evolución del porcentaje de mujeres dedicadas a la agricultura y la ganadería en España- observamos como la cifra, según avanzan los años, va disminuyendo. En el segundo trimestre de 2020 alrededor de 180.000 mujeres se dedicaban a la agricultura, ganadería, silvicultura o pesca. Esta cifra supone un 6% menos que en el mismo periodo de 2019.

Brecha rural-urbana: la mirada de la sociedad actual hacia el mundo rural

El Diagnóstico de igualdad de Género en el Medio rural 2021 comenta que a menudo se habla del medio rural como un espacio caracterizado por los problemas derivados de la despoblación, la escasez de oportunidades laborales más allá del sector agrario y una cantidad y calidad de servicios a la población, por lo general, insuficientes: “esa es la imagen que, con toda seguridad, se proyecta en las personas ajenas a este medio”. Sin embargo, y como se pudo concluir del estudio publicado hace una década, el medio rural era y es, “un espacio muy heterogéneo”, explican.

María José Fernández, responsable del Punto de Apoyo al Emprendimiento y el Empleo de la Mujer Rural en los ámbitos agrario y agroalimentario, dentro de la asociación de desarrollo rural Tierras Sorianas del Cid, reseña que “la mirada de la sociedad hacia el mundo rural ha cambiado en positivo durante los últimos años” y continúa afirmando que “el aire libre y el espacio son sinónimos del mundo rural y se empezaron a anhelar y a sobrevalorar por encima de lo urbano”.

Imagen: María José Fernández, responsable del Punto de Apoyo al Emprendimiento y el Empleo de la Mujer Rural en los ámbitos agrario y agroalimentario.

Durante los periodos más duros de la crisis sanitaria, hemos apreciado que la labor de las personas que se dedican al sector primario era clave evitando el desabastecimiento al resto de la población. Lloquet considera que desde la pandemia y el confinamiento “ha hecho que se valore de manera diferente a las personas del mundo rural y, sobre todo, por toda la gran contribución que hicieron también los agricultores, ganaderas, para que en las ciudades no faltase de nada”. La directora de la asociación Mujer Agro añade respecto a esto que es el mundo rural aquel que “nos está alimentando”

“Los graves problemas de despoblación que nos estamos encontrando ahora vienen principalmente por el éxodo de las mujeres del medio rural al medio urbano”

Carolina Lloquet

Entre las personas necesarias para evitar situaciones de desabastecimiento también se encuentran las mujeres rurales, cuyo papel ha sido -y es- igual de importante y fundamental. “Durante muchos años, sí que es cierto que este papel (el de la mujer) ha estado invisibilizado porque siempre hemos trabajado en las explotaciones familiares, en el ámbito ganadero y agrario”, comenta a En el Vértice Lloquet, que finaliza añadiendo: “los graves problemas de despoblación que nos estamos encontrando ahora vienen principalmente por el éxodo de las mujeres del medio rural al medio urbano”.

Fernández también hace hincapié en esta idea comentando que, debido a este éxodo mayoritariamente femenino, “la sociedad rural registra elevadas tasas de envejecimiento poblacional, pérdida de natalidad y masculinización de las edades laboralmente activas”.

Otra de las diferencias que se encuentra entre el mundo rural y urbano es en lo relativo al empleo. “Las cifras de empleo en el mundo rural de mujeres son mucho más inferiores a las que hay en el mundo urbano”, asegura Lloquet. No obstante, la presidenta de FADEMUR Aragón cree que entre las mujeres rurales y las urbanas existe un mismo fin: “todas queremos tener una actividad económica remunerada, una independencia económica, queremos disfrutar de servicios en igualdad de condiciones”.

Desigualdad de género e independencia económica 

Las mujeres rurales son imprescindibles para mantener el mundo territorial y social, son portadoras de innovación y emprendimiento rural. No obstante, actualmente en esta esfera hallamos escenas de desigualdad entre mujeres y hombres en un rango más alto de lo que ocurre en la zona urbana.

Según el Diagnóstico de la igualdad de Género en el Medio Rural 2021, la presencia de estereotipos y roles en el ámbito rural asociados a hombres y mujeres producen serias desigualdades. “Se está rompiendo un poco esta brecha de género, pero es cierto que el sector primario es eminentemente masculino”, explica Lloquet.

La preferencia de los varones al acceder a la titularidad de las explotaciones agrarias, la notable brecha salarial y, sobre todo, el pretendido destino hacia funciones reproductivas, domésticas y de cuidados que se asigna a las mujeres en exclusiva son algunos de los factores que demuestran estas desigualdades. “Es el caso de los cuidados a familiares y del hogar, tareas que gran parte de la población rural considera que son propias del sexo femenino”, explica Fernández. 

Fuente: gráfico comparativo de las labores de mujeres y hombres en el sector rural obtenido del Diagnóstico de la igualdad de Género en el mundo rural 2021

La presidenta de Fademur asegura que actualmente se está rompiendo con la brecha de género, “pero es cierto que el sector primario es eminentemente masculino”. Por este motivo, Lloquet explica que dicha asociación trabaja para romper esta brecha de género “y que estas mujeres puedan dedicarse y quedarse en sus pueblos con una independencia económica”. 

Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias

El 4 de octubre de 2011 se promulgó la Ley 35/2011 sobre Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias. El propósito de esta ley es reconocer los derechos económicos y jurídicos de las mujeres que trabajan en la actividad agraria y que se encuentran invisibilizadas. “Las mujeres siempre hemos trabajado en estas explotaciones, pero a la sombra del padre o del marido, sin poder ser las titulares de la explotación o de la tierra”, asegura Lloquet.

“Las mujeres siempre hemos trabajado en estas explotaciones, pero a la sombra del padre o del marido, sin poder ser las titulares de la explotación o de la tierra”

Carolina Lloquet

El último censo de 2020 consta que de 915.000 explotaciones agrarias que hay en España en la actualidad, el 28,6% están gestionadas por mujeres, frente al 71.4% gestionadas por hombres. Esto significa que 261 explotaciones agrarias pertenecen a gestión de mujeres. 

Fuente: datos de jefes/as de la explotación agraria por sexo obtenidos de una nota de prensa ofrecida por el INE

El último informe de cooperativas agroalimentarias expone que actualmente las mujeres representan un 27,6% de la base social, un 9% de la composición de nuestros consejos rectores, el 4,1% ostentan la presidencia y un 12,8% puestos de dirección.  “El trabajo de la mujer no ha tenido reconocimientos jurídicos ni económicos, considerándose simplemente una ayuda familiar y es este aspecto el que se tiene que ir cambiando”, comenta Falcón.

La presidenta de Fademur explica que todas aquellas mujeres que trabajaban de manera invisible en la titularidad del marido tendrían que haber tenido un trabajo formal, con una cotización, una seguridad social y “todos los derechos de una trabajadora de cuenta ajena”. “Sin la ley de la titularidad compartida, las mujeres rurales no pueden percibir una cotización ni una jubilación”, concluye.

Factores generacionales

Actualmente uno de los temas que se encuentran en debate en el mundo rural es el factor generacional. A lo largo de la historia, el sector rural ha sido sacado adelante por familias y generaciones. Si nos trasladamos a los pueblos de España, esto todavía se puede seguir viendo: “muchas explotaciones pasan de padres a hijos/as”, explica Falcón. La responsable del Punto de Apoyo al Emprendimiento y el Empleo de la Mujer Rural considera que detrás de todo esto puede haber un mapa sentimental ligado a las abuelas y abuelos. Sin embargo, ambas reconocen la ausencia de medios y recursos como uno de los problemas que puede desembocar en lo que denomina Falcón una ‘fuga de talentos’.“Faltan herramientas, digitalización en el campo, formación, medios para que realmente puedan seguir estando en esa España vaciada, que no queremos que haya”, concluye la directora.

Hoy en día la presencia de las mujeres en el ámbito rural sigue creciendo, aunque todavía queda mucho por alcanzar.  “Falta presencia de mujeres en los órganos de decisión, en las cooperativas agrarias, en las comunidades, en los consejos reguladores de las denominaciones de origen y, por supuesto, en las profesiones agrarias”’, explica Lloquet.

Este reportaje ha sido contado por mujeres rurales y emprendedoras, voces que años atrás no habrían tenido los lugares suficientes para contar su historia. Lloquet asegura que es importante celebrar este día para visibilizar el papel que tienen las mujeres en el medio rural: “en esta situación de retroceso de derechos de las mujeres, no podemos dar ni un paso atrás”.

Imagen: galardonadas de los IV premios del proyecto Mujer Agro 2022 bajo el lema «La igualdad es tarea de todos»

Sin embargo, todas estas mujeres concluyen que es necesario fomentar la incorporación de manera formal de las mujeres en el sector, en la actividad agraria e impulsar la Ley de Titularidad compartida. “Hay que informar que el mundo rural se está digitalizando, cada vez está trabajando por una por una titularidad o por un trabajo equitativo menos masculinizado siendo esto un sector”, comenta Falcón.

Con la visibilidad de la labor de las mujeres en el sector rural podemos concluir que “donde hay mujeres, los pueblos no se cierran”.