La menstruación y el deporte: ¿qué es beneficioso para nuestra salud?

Fuente: YakobchukOlena

Rocío Cruz e Irene Mira

Suena el pistoletazo que da comienzo a la carrera, 10 kilómetros para los que María Ureña se había estado preparando a lo largo de la temporada. Cuando llevaba superados dos de ellos, la joven atleta empezó a notar como se manchaba de sangre la parte inferior de sus mallas deportivas: le había bajado la regla. Ureña asumió que, si quería terminar la carrera, tendría que ir manchada los 8 kilómetros restantes, y así lo hizo. 

“Fatiga”, “dolor fuerte”, “estado de ánimo bajo” o “inseguridad” son algunas de las palabras que utilizan varias deportistas cuando les preguntamos por su ciclo menstrual. Y es que, como indica la investigadora Laura González en su estudio El efecto de la fase del ciclo menstrual y las hormonas femeninas en la fuerza, la potencia, la velocidad del movimiento y la composición corporal, “el ciclo menstrual se caracteriza por fluctuaciones hormonales a lo largo de las diferentes fases”. 

Cómo es el ciclo menstrual

El ciclo menstrual abarca desde el primer día de sangrado hasta el siguiente día inicial del siguiente sangrado siendo habitual un período de 28-31 días, aunque existen mujeres de ciclos cortos (24-27 días) y mujeres de ciclos largos (32 -35 días). Se divide fundamentalmente en dos fases: la fase folicular o primera fase y la fase lútea o segunda fase, sin olvidarnos de la ovulación (a mitad de ciclo) y del llamado «síndrome premenstrual» (período premenstrual).

Iamgen: Doctora Ostaiska Egia.

Ostaiska Egia, médica en Athletic Club Fundazioa y Athletic Club de Bilbao, nos explica las diferentes fases del ciclo menstrual:

La fase folicular comprende tanto el sangrado menstrual como el crecimiento de los folículos ováricos y su maduración. En esta primera fase se puede tener dismenorrea (dolor), cefaleas (dolores de cabeza), pesadez y cansancio (en ocasiones acompañados de pérdidas de hierro). La duración puede variar siendo lo más habitual de 4 a 10 días. “En este período es importante realizar ejercicios que nos reconfortan, como ejercicios aeróbicos de corta y media duración, ejercicios cardiovasculares como caminar, montaña, footing…”, comenta Egia. La doctora explica que una vez pasado el sangrado, aumentan los estrógenos (hormonas sexuales esteroideas de tipo femenino principalmente) y, en consecuencia, nos ‘llenamos de energía’ por lo que “debemos aprovechar y comenzar a incluir ejercicios anaeróbicos y ejercicios de fuerza de forma gradual”. 

Los días de la ovulación, fase mitad del ciclo, donde el óvulo maduro sale del ovario para dirigirse a las trompas, dura entre 36-48 h y coincide con el pico hormonal y mayor aumento estrogénico. Egia asegura que estos días son propicios para el mayor desarrollo muscular por lo que «se deben aumentar los ejercicios de fuerza y anaeróbicos intensos».

La fase lútea o segunda fase, constituye un descenso de los estrógenos. Al inicio de esta fase, Egia considera que se deben continuar los ejercicios de fuerza y comenzar a distribuir la carga en ejercicios mixtos, aeróbico-anaeróbicos, “para que en la fase final con la caída de la progesterona -hormona sexual que liberan los ovarios y posteriormente la placenta- disminuya la carga, ya que podríamos empezar a notar lo que llamamos el síndrome premenstrual donde notamos hinchazón abdominal, dolor lumbar y algo de fatiga”. 

Por este motivo, la doctora aconseja que en estos últimos días (cuatro días pre-regla aproximadamente) es importante incidir en el ejercicio físico que nos calme como el pilates, yoga, aquagym y ejercicios aeróbicos de larga duración.

Además, Egia hace hincapié en que se debe de tener cuidado y poner atención en la nutrición deportiva, la medición correcta de cargas de entrenamiento/descanso y el control ginecológico, así como la realización de analíticas sanguíneas de control.

Cambios hormonales, psicológicos y fisiológicos

Para González uno de los aspectos más importantes y “controvertidos” a tener en cuenta cuando hablamos de ciclo menstrual y deporte es la afectación de las hormonas en las capacidades fisiológicas de las mujeres, es decir, en la fuerza, la resistencia muscular y la potencia. “En cada etapa del ciclo menstrual, ocurren cambios hormonales y fisiológicos diferentes en el cuerpo que afectan a su capacidad física de trabajo”. 

Las mujeres deportistas están expuestas a una serie de variaciones continuas de hormonas durante el periodo de la menstruación. Estas son hormonas son: estrógeno, progesterona, hormona folículo estimulante, y hormona luteinizante, las cuales son esenciales para regular los patrones del ciclo ovulatorio. 

González pone el foco también en que hay que tener presente como las hormonas llegan a causar respuestas corporales y psicológicas en el ámbito físico, lo que puede producir cambios en el metabolismo o que afecte a las funciones del sistema cardiovascular, los huesos o -incluso- el cerebro. 

La doctora Egia nos explica que la fluctuación hormonal en cada momento puede afectar no solo a nivel corporal sino a nivel emocional y psicológico: “las niñas cuando comienzan los primeros ciclos pueden sentir vergüenza, ansiedad y miedo, los cuales generan estrés”. 

Lucía Carrillo, atleta internacional comenta a En el Vértice que el factor psicológico es uno de los síntomas de la menstruación y cómo éste le provoca que las “ganas para competir disminuyan”, afectando, de forma directa, a sus resultados en las competiciones. Por otro lado, Andrea Tovar, futbolista profesional del Rayo Vallecano, considera que la menstruación tiene una influencia directa en su rendimiento físico: “esos días me siento más fatigada y muchas veces tengo tanto dolor que me impide la actividad física”. “El dolor es frustrante ya que no puedes dar el 100%”, concluye.  

«Se debe de tener cuidado y poner atención en la nutrición deportiva, la medición correcta de cargas de entrenamiento/descanso y el control ginecológico, así como la realización de analíticas sanguíneas de control»

Ostaiska Egia

Las consecuencias fisiológicas que se generan con la menstruación provocan cambios en las variables de la composición corporal, sin embargo, los resultados de la investigación limitada en esta área siguen sin estar claros. Según comenta González en su investigación, algunos estudios han demostrado un ligero aumento de la retención de líquidos mientras que otros no mostraron diferencias significativas. A pesar de esto, las investigaciones se ven obstaculizadas por una metodología insuficiente o por la falta de documentación biológica de la fase del ciclo menstrual. 

¿El ejercicio físico beneficia el ciclo menstrual?

La doctora Egia considera que a pesar de los “mitos” y leyendas referentes a este tema, hoy en día podemos asegurar que el ejercicio físico es aconsejable durante todo el ciclo menstrual. “Es beneficioso porque conlleva la liberación de endorfinas, sustancias químicas que estimulan la parte del cerebro donde se generan las emociones placenteras”, comenta.

“Una mujer con el periodo representa un estado de debilidad, no existen prácticamente entrenamientos específicos, no se adapta absolutamente nada de planificación de entrenamientos o competiciones en función de la fase del ciclo menstrual”, afirma González. Además, también añade como no se tienen en cuenta determinados factores como un estado de amenorrea debido a las exigencias que pueden conllevar los altos niveles de entrenamiento o como a algunas deportistas -debido, de nuevo, al alto nivel de los entrenamientos- pueden estar largos periodos de tiempo sin la menstruación por los bajos niveles de grasa. 

Carrillo afirma que en su caso concreto el deporte le beneficia de forma positiva «ya que correr hace que se me alivie el dolor de ovarios y me siento mejor anímicamente». Ureña en calidad de atleta y entrenadora coincide con Carrillo: «reduce los dolores y calambres además ayuda a mejorar el estado de ánimo cuando realizas ejercicio durante el periodo».

La regla, un tabú en el mundo deportivo

Tovar, cuenta a En el Vértice cómo actualmente todavía hay personas que no entienden la realidad de lo que afecta físicamente la menstruación en el deporte. Ureña asegura que a esta cuestión “no se le presta atención”. Y González reafirma estas opiniones añadiendo que “es un tema tabú, en primer lugar, por la ignorancia y por la cantidad de entrenadores y preparadores físicos que son del género masculino y, en segundo lugar, por la falta de recursos económicos”.  La especialista asegura que la solución a esta situación es llevar un control de las fases del ciclo. Sin embargo, piensa que «esto es tremendamente costoso y se necesita personal cualificado”, elementos que, casualmente, “el deporte femenino no posee ni con ese presupuesto ni personal”, concluye. 

La aparición de la mujer en el deporte ha sido más o menos reciente y, a pesar de ello, en la actualidad vemos como el número de participantes a nivel mundial es cada vez mayor. 

El Anuario de Estadísticas Deportivas del Ministerio de Deporte y Cultura de España de 2020 expone el crecimiento que ha habido en el número de licencias federadas de mujeres y de deportistas de alto nivel, pasando del 26% al 45% el número de mujeres que participaron en los Juegos Olímpicos.

Aun así, las mujeres se encuentran muy poco representadas en las investigaciones científicas y deportivas. Los resultados de estos estudios sobre fisiología y rendimiento, en pocas ocasiones se pueden equiparar a resultados válidos para la mujer. No se tienen en cuenta factores como la fuerza, la potencia o la resistencia, por lo que las deportistas acaban sufriendo una clara infrarrepresentación de sus situaciones y condiciones fisiológicas, ya que tan solo entre el 4% y el 13% de los artículos incluían a las mujeres deportistas.

«Es importante normalizar el competir con la regla y, para eso, es necesario poder hablar de ello»

Lucía Carrillo

Muchas de las entrevistadas coinciden en que la solución a esta situación es la educación, la investigación y una mayor visibilidad hacia un problema que afecta a la mitad de la población. “Espero que este tema pueda dejar de ser un tabú, que se logre hablar más y se logre actuar en beneficio de las deportistas”, afirma Tovar. Carrillo por su parte comenta que es importante “normalizar el competir con la regla” y para eso es necesario poder “hablar de ello”.