Eduardo Cantón e Irene Mira
Un método anticonceptivo es aquel que reduce significativamente las posibilidades de embarazo en las relaciones sexuales. Son una pieza clave en la toma de decisiones sobre la natalidad y la prevención de embarazos no deseados. Además, algunos también son la principal medida de prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).
Ningún método es totalmente seguro. Cada método tiene sus indicaciones y deberá buscarse aquel que sea más idóneo para cada circunstancia garantizando la salud sexual. La elección debería ser realizada como acuerdo entre la persona interesada y el médico/a que le atienda según sus características.
Los principales aspectos que deben considerarse son la edad, el estado de salud general y la presencia o no de enfermedades, el hábito tabáquico, la frecuencia de relaciones sexuales, el número de parejas, el deseo de tener hijos posteriormente, la eficacia, los posibles efectos secundarios y la forma de administración.
Diferenciamos en métodos naturales, de barrera, dispositivos intrauterinos (DIU), métodos hormonales y químicos, métodos definitivos, y métodos de urgencia o postcoitales.
Métodos naturales
Son los menos aconsejados, ya que no protegen frente a las ITS y son mucho menos fiables para evitar el embarazo que otros. Además de la interrupción del coito, a lo que se suele llamar “marcha atrás”, también existe el método del ritmo o del calendario. Este consiste en evitar las relaciones sexuales durante los días fértiles del ciclo menstrual. Sin embargo, requiere que los ciclos sean muy regulares.
Métodos barrera
Son los métodos más utilizados. Además, los preservativos son los únicos que previenen la mayoría de ITS. El más usado habitualmente es el preservativo masculino. También se pueden utilizar el preservativo femenino, aunque su colocación puede resultar más difícil, el diafragma, que es reutilizable, y el capuchón cervical, que no lo es. Estos dos últimos se colocan en el fondo de la vagina o sobre el cuello uterino, y deben utilizarse junto a un espermicida o gel anticonceptivo.

Imagen de un diafragma como método anticonceptivo / Fuente: Pixaby
Métodos químicos
Son principalmente los espermicidas, que existen en diferentes formulaciones: gel, espuma, crema, óvulos. En cualquier caso, se aplican o introducen en la vagina. Estos productos evitan que los espermatozoides lleguen al útero al inactivarlos, matarlos o impedir su movimiento.
Dispositivos intrauterinos
Comúnmente conocidos como DIU y como su nombre indica, se colocan en el interior del útero. Su presencia impide el ascenso de los espermatozoides aunque, en caso de fallar y que se produzca fecundación, no es abortivo. Existen dos tipos de DIU. El de cobre, que es tóxico para los espermatozoides y evita que lleguen al óvulo, y el DIU con un progestágeno -una hormona con funciones similares a la progesterona que produce el organismo-, que en este caso es el levonorgestrel. Este último disminuye el sangrado menstrual, pudiendo reducirse a un pequeño manchado o eliminarse por completo la regla.
Métodos hormonales
En general, impiden que se produzca la ovulación al administrar hormonas exógenas. Esta situación se revierte al retirar el tratamiento. Estos métodos, al igual que el DIU, no previenen las ITS, pero son los de mayor efectividad para prevenir embarazos. En los métodos que incluyen periodos “de descanso” sin administrarse el tratamiento se produce una disminución de hormonas que provoca sangrado, de forma parecida a lo que ocurre en un ciclo normal cuando viene la regla.
Existen diferentes tipos según la vía de administración que vienen a continuación.
- Intramuscular
La hormona que evita que se produzca la ovulación se inyecta intramuscular -como la vacuna de la gripe- cada 3 meses. Desde ahí, se va liberando progresivamente.
- Anillo vaginal
Es un anillo flexible que se coloca alrededor del cérvix, desde donde libera las hormonas. Se mantiene colocado durante 3 semanas y se retira durante una. En esta semana se produce la menstruación.

Imagen de como se pone un anillo vaginal / Fuente: Pixaby
- Parche transdérmico
Son unos parches que se ponen en la piel, que absorbe las hormonas. Se utiliza uno a la semana durante tres semanas y luego una semana no, como el anillo.
- Implante subcutáneo
Es una varilla de pequeño tamaño que se coloca debajo de la piel en el brazo, desde donde libera hormona de forma mantenida. Tiene una duración de 3 años. Con este método es habitual que las reglas sean menos abundantes, que solo se produzcan manchados leves o, directamente, que no haya menstruación. Este implante lleva también una hormona de la familia de la progesterona y, al igual que en otros métodos en los que no hay menstruación, como el DIU de levonorgestrel, no significa que se produzca la menopausia, simplemente el efecto de la hormona evita que se produzca. Cuando se retira, vuelve a haber periodo.
- Pastillas anticonceptivas
Diferenciamos en dos tipos: combinadas o solo de progestágenos. El efecto anticonceptivo es producido por la hormona progestágena -de la familia de la progesterona-, por eso existen pastillas que solo llevan esta hormona, y que se utilizan en caso de que no se puedan administrar estrógenos. A estas se les suele llamar minipíldora.
Es importante conocer algunos datos de la paciente: edad, factores de riesgo cardiovascular, especialmente el tabaco, si tiene migrañas o no, si presenta enfermedades genéticas que aumenten el riesgo de tener un trombo… En caso de tener alguna de estas cosas, puede estar contraindicado usar las pastillas combinadas para evitar que se produzca una trombosis. El tabaco por sí solo no es una contraindicación, pero obliga a dejar de utilizar pastillas con estrógenos a una menor edad que una mujer no fumadora.
Al igual que otros de los tratamientos hormonales, pueden producir algunos efectos secundarios, como cambios en la libido, en el estado de ánimo o dolor de cabeza ocasional. Sin embargo, también tienen beneficios, que son importantes en el tratamiento de algunas enfermedades: disminuyen el dolor y el sangrado de regla, el riesgo de padecer cáncer de ovario y de endometrio.
Dependiendo cuál se use, el tiempo que se está tomando y el tiempo que no puede ser variable. Es importante saber que algunos medicamentos, como el uso de antibióticos por una infección o de antiepilépticos, entre otros, pueden reducir la efectividad de la pastilla anticonceptiva y ser necesario otro método anticonceptivo mientras dure el tratamiento
Métodos quirúrgicos definitivos
En caso de no querer tener más embarazos, se puede optar por uno de estos tratamientos. Por un lado tenemos la ligadura de trompas, que se aplica en las trompas de Falopio y evita que los óvulos lleguen hasta el útero, por lo que no se puede producir ovulación. Por otro lado, la vasectomía, que es más sencilla de realizar. En este caso, se ligan los conductos deferentes masculinos.

La imagen de la izquierda corresponde a una ligadura de trompas y la imagen de la derecha a una vasectomía / Fuente: Pixaby
Métodos de urgencia
Si falla el método anticonceptivo utilizado -por ejemplo, se rompe el preservativo- puede tomarse la famosa pastilla del día después. Realmente, existen dos pastillas. Una de ellas puede utilizarse hasta 3 días después, y la otra hasta 5. En ambos casos son más eficaces cuanto antes se tomen. No hay contraindicaciones para usarlas, pero es frecuente que se altere el ciclo después de hacerlo.
