CBD: un producto enmarcado en la controversia y un negocio en aumento

Irene Mira

El cannabidiol (CBD) es una sustancia química que se encuentra en la Cannabis sativa, también conocida como marihuana o cáñamo industrial y representa el 40% del extracto de la planta. Fue descubierta en torno 1940 y, de los 113 cannabinoides que hay identificados en las plantas de cannabis, es uno de los más abundantes junto con el tetrahidrocannabinol más conocido como THC. Además, según informa Borja Iribarne, fundador y CEO de ProfesorCBD, es uno de los más investigados por “sus propiedades terapéuticas” ya que  contiene “un nivel de THC inferior al 0,2%”.

El THC es la sustancia que causa los efectos intoxicantes del cannabis, es decir, es el ingrediente psicoactivo que produce la adicción y lo comúnmente conocido como el colocón. La principal diferencia entre ambas sustancias es que el CBD -teóricamente- no contiene, o contiene muy poco THC, por lo que no genera esa sensación de colocón, ni la adicción, “tu cuerpo ni lo nota”, afirma Iribarne. En relación con esto, el Observatorio Español de Cannabis Medicinal, afirma que “cada vez hay más estudios que van avalando las propiedades de este compuesto que ejerce mediante mecanismos alternativos, efectos antiinflamatorios, anticonvulsivantes y ansiolíticos, además de impedir algunos efectos psicoactivos no deseados”. Por estas razones, Iribarne añade que “se trata de una sustancia legal y segura, como la calificó la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017”.

CBD, enfermedades y medicina

Parece que puede existir cierta relación del CBD como tratamiento médico para algunas enfermedades. 

Según la Fundación CANNA, una organización sin ánimo de lucro que se sustenta de donaciones y cuya intención es luchar contra la desinformación que hay sobre esta planta, afirma que las propiedades terapéuticas más destacables del CBD son que es antiinflamatorio, analgésico, neuroprotector, anticonvulsivante, antioxidante, anti-náusea y antiemético, también es antitumoral, ansiolítico, puede reducir la apetencia por heroína, cocaína y alcohol y es inmuno-modulador. 

Por ello, en algunas ocasiones se recomienda el consumo y la toma de esta sustancia para enfermedades de tipo crónico como son la epilepsia, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, Parkinson y Esclerosis Múltiple, para la ansiedad, el trastorno de espectro autista, enfermedades inflamatorias crónicas como puede ser la poliartritis crónica o la enfermedad de Crohn. Sin embargo, no hay estudios suficientes que avalen estos beneficios y las investigaciones en relación a esto todavía son limitadas. 

De ahí toda su controversia, ya que muchos científicos no confirman las propiedades de esta sustancia. A pesar de ello, esta fundación sin ánimo de lucro se reafirma en que para la toma de esta sustancia como medicamento se debe hacer bajo la supervisión “de un médico especialista que conozca la enfermedad, la planta y al paciente, como cualquier otro tratamiento médico”. 

De hecho, como todo medicamento, el CBD también puede generar a las personas que lo consuman algunos efectos secundarios. Bien es cierto que esta sustancia se suele tolerar bien -y así lo confirman desde la Fundación CANNA y diversas asociaciones-. Sin embargo, entre los efectos más nombrados encontramos sequedad en la boca, diarrea, disminución del apetito, somnolencia y fatiga. Además, puede tener efectos negativos si se mezcla o se toma con otros medicamentos como ocurre con los anticoagulantes. Por ello, esto es muy importante tenerlo presente si se está pensando en utilizar y empezar a tomar esta sustancia como uso medicinal. 

Desde diferentes organizaciones que investigan los efectos de esta planta insisten en que la investigación médica está evolucionando positivamente, pero “sigue siendo pequeña respecto a otras sustancias, ya que ha habido y sigue habiendo muchos límites hacia los cannabinoides”. 

Mercado en auge 

Desde la pandemia hemos estado viendo un importante auge en relación con esta sustancia y su comercialización, y es que basta con salir a la calle para percatarnos de la cantidad de negocios que han incluido el CBD en sus productos. La industria cosmética ha sido uno de ellos. Desde L´Oreal, pasando por NYX Cosmetics, Estée Lauder y hasta Loewe son algunas de las marcas que han decidido incluir el CBD en sus artículos. 

Las utilidades de esta sustancia pueden ser diversas. Bien es cierto que la formulación habitual del cannabidiol es en aceite, pero este producto también se puede vender como un extracto, un líquido vaporizado y una cápsula a base de aceite. También, los alimentos, las bebidas y los productos de belleza se encuentran entre muchos de los productos con infusión de cannabidiol disponibles en línea. 

Y es que, es en 2020 cuando una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) garantizó su comercialización, aclarando que no se puede prohibir comercializar el CBD si ha sido legalmente fabricado y comercializado en otros Estados miembros. “Nunca me ha parado la policía para preguntarme qué es esto, además, las veces que he pillado viene con un precinto especial para que no te lo incauten”, confirma Iñaki Gutiérrez, un joven que ha consumido CBD en algunas ocasiones. Un empleado de la tienda CannabisNature aconseja a su clientela llevar el ticket si han comprado productos que contengan CBD por si acaso hay “alguna sorpresita y tengan alguna forma de verificar la sustancia”. 

Con esto vemos como actualmente y conforme está la legislación, las autoridades españolas no pueden oponerse a la comercialización de esta sustancia siempre y cuando ésta haya sido elaborada y puesta legalmente en el mercado de un país de la Unión Europea. 

Como cualquier otro negocio, el del CBD se ha convertido en uno que está en auge y además, mueve importantes cantidades de dinero. En Estados Unidos el mercado del CBD mueve más de 2.000 millones de dólares y, tal y como afirma la consultora especializada en cannabis, BDSA, se pretende que alcance en 2025 los 20.000 millones. En el año 2018, en Europa, ya movía 287 millones de euros y se estima que crecerá más del 400% para este 2023

Según se refleja en el artículo Fiebre por el CBD: grandes empresas como Nestlé apuestan por este derivado del cannabis que ya mueve más de 2.000 millones de dólares solo en EEUU el auge del CBD se debe a varios factores. El primero de ellos es el crecimiento de determinadas tendencias que giran en torno al bienestar y el otro a la percepción que existe sobre los beneficios medicinales de esta sustancia. Iribarne explica también que “todo esto sucede, a su vez, en un momento en que la sociedad reclama cada vez más productos naturales para aliviar problemas cotidianos como la ansiedad o los trastornos de sueño”. A lo que también añade una desventaja o un elemento a tener en cuenta: “surgen oportunistas que, es verdad, se aprovechan del momento de popularidad del CBD para vender productos de poca calidad e ineficaces”.  

En CannabisNature confirman que la mayoría de personas que compran y consumen esta sustancia lo hacen por la innovación del producto y por querer probar cosas diferentes, es decir, no hay ningún uso medicinal detrás de ese consumo. Y así lo han confirmado para En el Vértice algunos jóvenes entrevistados que han consumido esta sustancia. 

Aun así, tanto la Fundación CANNA, como el CEO de ProfesorCBD confirman que la estigmatización hacia esta sustancia está todavía muy vigente en la sociedad española, y se trata de un elemento que dificulta la investigación y sobre todo genera una situación de desinformación hacia este producto muy grande por parte de usuarios. 

A pesar de toda la controversia hacia el CBD desde Fundación CANNA y ProfesorCBD insisten en que es importante acabar con el desconocimiento existente y que sería interesante que el personal sanitario estudiase las propiedades terapéuticas de la planta en su conjunto. 

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