Cirugía maxilofacial: «Ahora no paro de sonreír en las fotos»

Fuente: Pixaby

Pilar Cruz

Las operaciones estéticas están cada vez más de moda y las redes sociales hacen de escaparate. Contar el proceso y el “antes y después” de una cirugía para mejorar el aspecto físico está a la orden del día. Tanto es así que las operaciones estéticas han dividido la sociedad en personas que las apoyan y sus detractores. Pero, ¿cómo es de importante decidir realizarse una cirugía cuando no solo está en juego el aspecto físico sino también la salud?

Leyre, paciente de cirugía ortognática — intervención quirúrgica de la mandíbula, el maxilar o ambos para conseguir equilibrio facial — se vio obligada, después de varios diagnósticos médicos, a someterse a un adelanto mandibular y maxilar con una división del hueso en varias partes para modificar su dimensión y un agrandamiento del mentón con la Dra. Lago, cirujana oral y maxilofacial en el Hospital Universitario Ramón y Cajal.

Leyre, paciente de cirugía ortognática. Imagen cedida por Leyre.

Síntomas físicos

“Antes de la operación tenía la mandíbula hacia atrás. Esto hacía que no me gustase mi nariz, no sonreía en las fotos y me tapaba la boca cuando me reía. Además, afectaba mi salud porque no respiraba bien y roncaba. Ahora ya puedo respirar, no ronco y no paro de sonreír en las fotos. Me veo muy guapa”, cuenta Leyre. 

Cirujano oral y maxilofacial del Hospital Universitario Ramón y Cajal y Puerta de Hierro, Alberto Haddad. Imagen cedida por Haddad.

El cirujano oral y maxilofacial del Hospital Universitario Ramón y Cajal y Puerta de Hierro, Alberto Haddad, asegura que estos síntomas son algunos de los más comunes en un paciente que requiere cirugía: “Grandes maloclusiones dentales (alineación anormal de la posición de los dientes), desgastes dentales acelerados, dificultad a la hora de comer, hablar, ronquidos nocturnos o pausas de apnea al dormir son los principales síntomas a los que hay que estar atentos para saber si eres posible paciente de cirugía ortognática”.

Tratamiento de ortodoncia 

Además de la labor fundamental del cirujano, en este tipo de cirugía intervienen más profesionales de la salud que acompañarán a pacientes como Leyre. “Los tratamientos de ortodoncia son el primer paso para preparar a un paciente quirúrgico y requieren una planificación más exhaustiva por mi parte. Son tratamientos más complejos que los de una ortodoncia sin cirugía”, declara la doctora Eva Bustillo, ortodoncista en la clínica Eva Bustillo de Villanueva de la Cañada. “Lo más importante es que el paciente confíe en ti desde el principio. Es cierto que es un tratamiento en el que me acompañan los cirujanos maxilofaciales, pero el paciente primero pasa por mí e intento que se sientan cómodos desde la primera visita porque el camino es largo”, afirma.

Ortodoncista Eva Bustillo. Imagen cedida por Bustillo.

El cirujano Haddad señala que, además de la preparación con ortodoncia y las pruebas médicas correspondientes, uno de los aspectos a tener en cuenta antes de la realización de este tipo de cirugías es la percepción que tiene el paciente de su propio físico. “Es muy importante detectar enfermedades como la dismorfofobia (visión distorsionada del físico de uno mismo) ya que es una contraindicación para este tipo de cirugía. Además de llegar a un consenso entre las expectativas que tiene el paciente y los objetivos que como cirujanos podemos alcanzar”.

Consecuencias de la cirugía

Aunque el camino previo a la operación es el más largo debido a la primera parte del tratamiento de ortodoncia, para Leyre lo complicado llegó después de la operación. “Lo que peor he llevado del postoperatorio ha sido el tema de la comida, pesaba 57 kilos antes de la operación y bajé a 50. Me alimentaba de batidos de proteínas, caldos y zumos. Mis padres no supieron lo mal que lo estaba pasando hasta que un día me vieron llorar. No comer me llegó a producir ansiedad”.

El hospital madrileño Ramón y Cajal acoge y acompaña en esta intervención a 2 pacientes de cirugía ortognática por semana con una media aproximada de 8 cirugías al mes y 96 al año. “Los tiempos quirúrgicos son variables, pero si cogemos como estándar una cirugía bimaxilar (mandíbula y maxilar) el tiempo medio de cirugía suele ser de unas 2:30-3 horas”, explica el especialista Haddad.

El cirujano Haddad y la doctora Bustillo acompañan cada día a los pacientes que están decididos a operarse y a los indecisos haciéndoles saber que la operación es para mejorar lo que ya son, con expectativas reales y sobre todo aceptando antes su físico para que el cambio sea positivo. Y ese fue el caso de Leyre, que ahora sonriente, anima a futuros pacientes ortognáticos a disfrutar del proceso que a ella le ha cambiado la vida. 

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