La inmigración vuelve a estar en boca de todos, en el punto de mira. Vuelve a constituirse como un elemento de propaganda política. De nuevo escuchamos palabras como “devoluciones en caliente”, “repatriaciones” y “¡vallas más altas!”. Algunos ya comparan esta oleada masiva de inmigrantes con la “la crisis de los cayucos” de 2006; esa “crisis” que desbordó al gobierno canario…